Como cada año, con el cambio de estación, toca reorganizar el armario. Es una rutina que llevo haciendo desde hace muchos años y bueno, no es que me apasione, pero como me gusta tenerlo todo bien colocadito, no me queda más remedio que hacerlo. Además, siempre viene bien para hacer un poco de limpieza y para dejar hueco y deshacerte de lo viejo o de lo que ya no te pones o de lo que ya ni siquiera te gusta.

Lo malo es que yo soy muy de los "por si acaso" y al final acabo dejando cosas "por si acaso" algún día me da por ponérmelas de nuevo, algo que todas sabemos que al final nunca ocurre. Hay quien dice que, si llevas más de un año sin ponerte una prenda, es que no te la vas a poner nunca más. Aún así, a veces me cuesta... hasta que, de pronto, un día me levanto con unas ganas enormes de deshacerme de cosas y desmantelo la casa entera y tiro un montón de historias y me quedo más a gusto que un arbusto. Muy feng-shui el asunto, porque se me queda una sensación de haberme quitado un peso de encima muy agradable. Ya sabéis, hay que dejar paso a lo nuevo y que fluya la energía.

Sin embargo, cuando tus armarios son pequeños la cosa es complicada.

Yo siempre he soñado con una casa con un vestidor enorme y precioso en el que todo esté bien ordenado:


Pero la vida real es precisamente eso, real, y viene con roperos casi de coña, así que te las tienes que apañar para maximizar el espacio y tenerlo ordenado, intentando que se pueda ver todo (o casi todo) a simple vista para que por las mañanas no te tires media hora revolviendo entre tus cosas hasta dar con lo que andabas buscando. (La siguiente foto creo que también puede ayudar a acelerar ese tedioso proceso del "¿qué me pongo?"):



Mis armarios son simples. Sólo tienen una balda en la parte superior que hace de maletero y la barra para colgar las perchas y no me apetece gastarme dinero en poner cajones o estantes porque el piso no es mío. De modo que he decidido echar mano de cajas y cestos para que cada cosa esté donde tiene que estar:


No obstante, siempre está bien buscar nuevas ideas y cambiar de vez en cuando.

Por ejemplo, a mí me ha dado ahora por las blusas y tengo miles. Me gusta tenerlas cada una en su percha para poder verlas, porque en cuanto tapo una con otra, la que está debajo queda relegada al olvido. Pero pinterest, en su infinita sabiduría,  me ha dado la idea más chorra del mundo: usar la chapa de una lata de refresco. (Por cierto, aquí tenéis otra idea para customizar las perchas para que la ropa no se escurra todo el rato)

Para tener los pañuelos o bufandas más a mano, también hay varias opciones.

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¿Y los zapatos?  Yo tengo un montón.... Los tengo guardados en sus cajas y fuera tengo escrita una pequeña descripción para saber qué par hay dentro. Los que vienen sin caja los tengo todos juntos en una grande. Eso sí, separados según sean de invierno o de verano.
De todos modos, he buscado otras alternativas.




Hablemos de la ropa interior: queda monísima cuando está bien ordenada. Yo la tengo en unos cestos de ikea que compré, claro está, antes de aprender a hacer trapillo. En Design Sponge nos dan un DIY muy muy sencillo para organizar los cajones, aunque opino que si forraran los cartones con algún papel bonito quedaría mucho mejor.

Pero qué mejor para tener bien arregladito un cajón que un gatete durmiendo en él.


¿Y qué me decís del espacio que hay debajo de la cama? ese hueco enorme tan desaprovechado... A menos que tengáis un canapé, claro. Yo de momento sólo tengo pelusillas, pero viendo estas preciosas ideas creo que me voy a animar con alguna.

(Si sois de las afortunadas que tenéis unas maletas como las de la foto número dos, aquí os dejo el tutorial por si os apetece)

Y por último, le toca el turno a los bolsos, ese otro accesorio que nos trae de cabeza a muchas. Parece que nunca tenemos suficientes, hasta que luego no sabes ni dónde meterlos ya. Yo los tengo en un baúl pero es poco práctico porque siempre hay cosas encima que tienes que quitar cuando lo quieres abrir y porque suele pasar que el que quieres está en el fondo. Os dejo algunas ideas. Mi favorita es la primera, es tan mona la expedit... pero a ver dónde la pones...


Pues nada, de momento esto es todo. Espero haberos ayudado en esta pesadilla que es el cambio de temporada. Y si tenéis alguna idea más, ¡contádnosla!

¡Hasta dentro de dos semanas!